Empatía y Solidaridad

Hablar con un especialista puede ayudarte a mejorar

Ahora quiero escribir desde una perspectiva personal. Soy sobreviviente de cáncer y durante el 2018 recibí tratamiento. Al recibir mi diagnóstico, mi reacción principal fue de shock. No de tristeza, no de rabia, sino que tan solo mis capacidades cognitivas dejaron de hacer un buen trabajo. Aunque trabajé esa reacción con psicólogos (esto puede ser material para otro blog), quiero contar mi experiencia con la empatía y solidaridad hacia los padecimientos graves de parte de personas cercanas y no tan cercanas.

La ayuda más importante que recibí fue la de aquellas personas que pudieron procesar las cosas por mí, por ejemplo, una amiga mía se leyó los términos y condiciones de mi seguro médico, mi esposo se leyó todos los papers científicos sobre el tema que yo hubiera querido procesar. Mi familia se preocupó por mi alimentación, mis problemas o cualquier otra cosa que tenía pendiente. En esta época me tocó cultivar las semillas de resiliencia que había sembrado en diferentes etapas de mi vida.

Sin embargo, recibí dos comentarios que me bloquearon en mi proceso de terapia psicológica. Una persona me dijo: “Te dio cáncer porque mucho te estresás”, al contrario de lo que esta persona pensaba, yo no vivo estresada, solo que mi productividad es alta y me encanta estar en proyectos nuevos. Desde una perspectiva econométrica, una correlación no implica causalidad. Y la evidencia científica llevó a concluir que mi caso fue por una mutación de un gen (traída de nacimiento, no relacionada con el estrés). Sin embargo, esta persona desarrolló en mí CULPA, la cual es uno de los principales bloqueos a la hora de superar una adversidad.

Otra persona me dijo: “no esperes que voy a cambiar mi vida solo porque te enfermaste”, esto comunica que uno se vuelve CARGA para aquellas personas que no le pueden hacer espacio a la enfermedad. Lo que demuestra el grado de solidaridad hacia la persona enferma.

Esta situación se compara con el caso de personas con padecimientos mentales. ¿Cuántas veces no hemos dicho que alguien está deprimido porque no busca oficio o por su propia culpa?, ¿Cuántas veces no hemos sido empáticos con alguien que está pasando por una adversidad? La próxima vez que queramos emitir un juicio de valor sobre una persona, preguntémonos si estamos siendo empáticos de verdad.

De la misma manera, es muy común que ante los enfermos no somos solidarios, ¿cuántas veces nos enteramos de amigos enfermos y no los hemos ido a visitar?, ¿cuántas veces hemos subestimado los padecimientos mentales que las personas padecen y decimos que ya se van a curar? Que no se nos olvide que los padecimientos mentales son más comunes de lo que se creen y en cualquier momento nosotros podemos ser los pacientes.

Estamos para acompañarte en tu proceso

Recuerda, estamos a un solo clic de distancia, puedes comenzar a tratar este tema desde donde te encuentres y a la hora que lo necesites.