Cómo cuidar nuestra salud mental en las fiestas de fin de año

Hablar con un especialista puede ayudarte a mejorar

Salud mental en las fiestas
Recuerda: no todos la pasamos bien durante las fiestas y eso es esperable
Muchas veces ese yo ideal en las fiestas tiene que ver con lo que solíamos ser o hacer en nuestro pasado
  • La tía preguntándonos para cuándo la novia durante la cena navideña, como quién dice “¿ya toca, no?”
  • Nuestra pareja llamándonos la atención porque no estamos lo suficientemente elegantes para la cena con los suegros
  • “Este año cumpliste 30. No estás donde deberías estar a esta edad”
  • “Mirá tu hermana, ella sí tiene éxito económico”
  • “Qué aburrida tu cena familiar, ¿ya viste que tus amigos andan de fiesta?”
El clásico remordimiento de fin de año: no hice ejercicio y se viene “la época de los excesos”. Imagen de la película Elf (2002)
  • Sientes culpa porque tu yo ideal te dice “no debiste haber dejado de hacer ejercicio, no lograste el peso que querías”, ¿es realista ese peso ideal? ¿esa necesidad de rebajar responde a mi salud o a una norma estética de belleza? ¿consciente y voluntariamente dejé de hacer ejercicio?
  • Si estás en el extranjero, por ejemplo, es un excelente momento para conocer y vivir las tradiciones del lugar, además de hacer nuevas amistades. Lucía también recomienda que si estamos en duelo no se consuma alcohol, pues esta es una sustancia depresora del sistema nervioso, lo que pudiera agudizar el dolor.
  • Si la pérdida es reciente y tiene que ver con el fallecimiento de un ser querido, pudiera ser necesario algún ritual de cierre al ser la primera Navidad sin esa persona, como intentar recrear una tradición que nos gustaba de esta persona en las fiestas. Por ejemplo, la receta de la cena navideña. Por supuesto, aquí nuevamente entra el principio de realidad: si sabemos que es una receta compleja, y si durante todo el año no cocinamos, quizás este ritual sea contraproducente y nos haga extrañar más a esa persona al darnos cuenta que “no es lo mismo”. 
  • En esa línea, pudiéramos en cambio de recrear los rituales de esa persona, platicar con ella a través de una carta, o simplemente desearle unas felices fiestas en su viaje e incluso, pensar en qué deseos esa persona tuviera para nosotros, que seguro lo tenemos muy claro, y autodeseárnoslo. Y al finalizar, por qué no, colocar esa carta bajo el árbol de navidad, para tener presente su recuerdo durante esta época.

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