Primeros auxilios psicológicos

Es un hecho: vivimos tiempos acelerados e impredecibles. Es por ello que en más de alguna ocasión nos pudiéramos enfrentar a situaciones imprevistas, o incluso accidentes e incidentes críticos, o emergencias.  Al igual que en la asistencia física frente a estas situaciones existen los primeros auxilios de carácter médico, así también en psicología se habla de primeros auxilios psicológicos (PAP), o intervención en crisis de primera instancia.

Hablar con un especialista puede ayudarte a mejorar

Etapa 1: Contacto psicológico y presentación

  • Presentarnos frente a la persona (si aplica), con tono calmado.
  • Preguntarle ¿cómo te sientes? Y escuchar de manera atenta y no juzgante cómo la persona en crisis visualiza la situación (hablar sobre lo sucedido y sobre el cómo se siente frente a ello).
  • Mostrar empatía desde el principio.
  • Ofrecer nuestra ayuda.
  • Hacer comentarios alarmantes en torno a esta u otras emergencias. La persona está viviendo en carne propia el impacto del evento, y probablemente esté dimensionando el doble o el triple lo sucedido. No ayudará que nosotros reforcemos su temor.  
  • Ser intrusivos y mandones. La persona muy probablemente no ha solicitado nuestra ayuda, por lo que nuestro primer contacto debe ser de alguien que puede ofrecer ayuda, no de quien la impone.

Etapa 2: Examinar dimensiones del problema

  • Explorar necesidades de la persona y ordenarlas por importancia.
  • Explorar estado de la persona (lesiones, estado de shock, condiciones concomitantes como enfermedades crónicas o condiciones mentales)
  • Explorar las soluciones que la persona tiene/propone.
  • Clarificar información proporcionada por la persona.
  • Dar consejos. MUCHO MENOS SOBRE CÓMO DEBE SENTIRSE LA PERSONA.
  • Ver de menos las percepciones de la víctima, ¡recuerda que es ella quien vivió el acontecimiento, no tú!
  • Obligar a la persona a dar información que no se siente cómoda de darte.

Etapa 3: Analizar posibles soluciones

  • Generar CON LA PERSONA una solución por cada problemática.
  • Recuerda ordenar soluciones por importancia.
  • Pregúntense: ¿cuáles son las necesidades más inmediatas? ¿cuáles las secundarias?
  • Pregúntate: ¿Qué recursos tiene esta persona, qué recurso puedo facilitarle yo o las personas a mi alrededor?
  • Frustrarse, impacientarse o mostrar desesperanza frente a las necesidades de la persona.
  • Mandar, no escuchar las propuestas de solución de la víctima.
  • Dar falsas esperanzas (prometerle a la persona algo que no podemos cumplir).

Etapa 4: Asistencia práctica

  • Ejecutar plan de la etapa 3.
  • Es vital en esta etapa que los recursos de ayuda impliquen contactar con la red de apoyo de la persona, y no solo con profesionales desconocidos para la misma.
  • Utilizar solo recursos propios, olvidándose de los de la víctima.
  • Hacer todo por la víctima, aunque esta sea capaz de hacerlo por sí misma.

Etapa 5: Seguimiento y conexión con servicios externos

  • Despedirnos de la persona hasta que ya sepamos que no se queda sola y se queda con alguien de confianza (sea del equipo interventor o un conocido de la persona o de nosotros).
  • Dar pautas de cuándo buscar ayuda y dejar número de contacto de otras personas que le pudieran ayudar, si conocemos de.
  • Si se puede, pasado un tiempo, monitorear que la persona este bien y/o aún esté siendo asistida.

Cambiar un: Ya se tardó alguito su esposo y tengo que irme, voy a buscar a alguien más para que se quede con usted. Que esté bien.

Finalmente te dejamos un video con roleplaying (minuto 2:00) con el que puedes ejercitar la información acá compartida. Recuerda que la cultura chilena es distinta a la nuestra, revisa la intervención acorde con nuestras costumbres: ¿cómo sería ese roleplaying en un contexto salvadoreño?

Estamos para acompañarte en tu proceso

Recuerda, estamos a un solo clic de distancia, puedes comenzar a tratar este tema desde donde te encuentres y a la hora que lo necesites.